Melilla, la ciudad de las 4 culturas

Un día en Melilla

El primer comentario que registró este blog (de momento es el único jeje) corresponde a Marina Fuentes y en él reclamaba un guía virtual por si algún día se decidía a dar una vuelta por Melilla.

A continuación os voy a proponer un plan para ocupar el tiempo que tengáis entre visitas, compras y paseos por sus calles.

Para empezar el día nada mejor que tomarse un buen desayuno en la zona conocida como «El Mantelete», en el que podemos encontrar cafetines dónde tomar un té moruno o un chocolate acompañando una rueda de churros.

A la hora de comer podemos irnos de tapas por distintos bares, haciendo una ruta en la que combinar distintos sabores a buen precio y en el mejor ambiente y sin movernos del centro. El pescado en el bar «La Gaviota» (en la calle Castelar), pinchitos morunos en el «Casa Sadia» en la calle López Moreno y tapas variadas en «La Cervecería» (calle O’Donell) y justo en frente, el bar «La Onubense».

La merienda en «Los Arcos», al lado de la iglesia «Sagrado Corazón» dónde podemos tomar desde un té moruno con pañuelo hasta un bocadillo y coca cola.

Para cenar podemos escoger entre varias opciones: La comida típica moruna en «El caracol Moderno», marisco en «Los Salazones» y carnes en el «Mesón Fornos».

Después de cenar siempre apetece tomarse una copita tranquila. Para ello no tenemos más que dirigirnos al puerto deportivo de la ciudad (la zona de marcha) dónde encontramos multitud de locales cada uno con un ambiente diferente en los que podemos disfrutar de la noche con la mejor compañía.

diciembre 15, 2006 Posted by | Uncategorized | Deja un comentario

Cosoberanía de Ceuta y Melilla: no gracias

Este es un tema que cada poco tiempo azota a la actualidad de los dos enclaves españoles en el norte de África, y digo azota, porque todos los que nos sentimos melillenses también nos sentimos españoles.
La opinión pública cree que la población cristiana es un reducto en estas ciudades y sólo éstos se sienten españoles (muchos de los que opinan no sabrían situar ni Ceuta ni Melilla en un mapa) y lo cierto es que la totalidad de la población melillense no quiere, bajo ningún concepto perder, y mucho menos, que se cuestione su españolidad.

Aquí tenéis un artículo del periodista Gustavo de Arístegui sobre el tema. Os lo pego a continuación, pero si queréis leerlo en su contexto, con comentarios y demás entrad aquí

En la rueda de prensa conjunta de los jefes de Gobierno de España y Marruecos, una periodista hizo una incómoda pregunta al primer ministro de Marruecos, y el presidente del Gobierno de España guardó un imprudente silencio. Perdió una excelente ocasión para reafirmar lo que la inmensa mayoría de los españoles querían oír: que Ceuta y Melilla son españolas, como lo son las Islas Canarias, como reza en la Constitución y en sus respectivos Estatutos de Autonomía.

Finalmente tuvo que aclara su postura a destiempo, cuando el desasosiego y la intranquilidad se habían instalado en la opinión pública, especialmente en las dos Ciudades Autónomas. El problema es que cada vez que se plantea un asunto espinoso, que preocupa a la ciudadanía, el presidente del Gobierno, lejos de crear el clima de tranquilidad desde el liderazgo exigible a cualquier líder político que tenga responsabilidades del máximo nivel, genera tensión, intranquilidad y falta de confianza.

Este síntoma empieza a ser reflejo de una enfermedad crónica de este Gobierno y de su presidente, que sólo reacciona cuando se desbordan los temas y se convierten en polémicas ácidas, por carecer de la solidez y rigor mínimos exigibles a quienes ejercen tarea de gobierno en una democracia avanzada.

Las relaciones con nuestro vecino no son una cuestión sencilla, lo que no obsta para que Marruecos haya sido y sea siempre una prioridad estratégica para nuestro país.

Sin embargo, esta relación fundamental no se puede construir a costa de la defensa de los intereses legítimos de nuestro país y de sus ciudadanos, llevarse bien no es incompatible con la defensa de nuestros intereses. Sin embrago, el Gobierno socialista ha fundamentado sus relaciones hacia Marruecos en la perpetua y constante cesión.

Cabe preguntarse ¿qué hará el Gobierno socialista para llevarse bien cuando ya no le quede nada en que ceder? Las relaciones sanas, equilibradas y fundamentadas en el respeto mutuo se logran desde la transparencia, la cordial y exquisita discrepancia y en la sinceridad respecto de nuestros propósitos.

Por esa misma razón, el presidente del Gobierno no puede permitir que se genere una duda sobre la españolidad de Ceuta y Melilla, no puede ser corresponsable de crear un clima de inquietud y de preocupación, y de demostrar que no se tienen las ideas claras sobre política exterior.

Melilla es española de forma ininterrumpida desde 1497; Ceuta, que fue una posesión portuguesa, pasó a manos españolas al heredar Felipe II el reino de Portugal a la muerte de su madre, Isabel de Portugal, en 1585. Cuando en 1640 nuestro vecino readquiere la independencia, se pregunta a los ceutíes a qué reino deseaban seguir vinculados, y hace 365 decidieron, seguramente por la comodidad de la proximidad, seguir bajo la Corona española; la cuestión es que decidieron.

¿Alguien pone en duda el carácter turco de sus territorios europeos que incluyen buena parte de su principal ciudad, Estambul? ¿Se puede cuestionar la soberanía sobre la base del constante ir y venir de las fronteras a lo largo de la historia?

Por esa regla de tres, el Reino de Granada sólo forma parte de la Corona desde 1492 y sólo ultraconservadores, ultrarrigoristas y los islamistas radicales se atreven a reivindicar la reconquista de Al-Ándalus; Navarra, desde su definitiva incorporación en 1515 tras la boda de Fernando el Católico con Germana de Foix en 1512.

Los argumentos no se tienen de pie, y lo que es peor, es que generan tal crisis de credibilidad en él las instituciones, que nos afecta a todos, y eso es un desastre para el sistema, no sólo para quienes aspiramos legítimamente a sustituir al actual Gobierno.

El haber permitido que se instalase la duda sobre una eventual negociación que llevase a la cosoberanía es de una preocupante irresponsabilidad; las rotundas negativas llegan tarde y con cajas destempladas, tampoco es de extrañar, puesto que uno de los asesores áulicos del Gobierno para la «alianza de civilizaciones» abogaba por la devolución -¿devolución o más bien entrega?- de las Ciudades Autónomas a Marruecos. ¿Entonces, qué podíamos pensar de los irresponsables silencios presidenciales?

Si tanta influencia tiene ese asesor, ¿por qué no se puede creer que este mismo asesor ha podido influir también en el hecho de plantar eficazmente la duda en el Gobierno sobre la españolidad de nuestras Ciudades Autónomas?

Lo extraño es que nadie hubiese hecho esa lectura. Por cierto, en un reciente congreso de juventudes celebrado en Venezuela bajo los auspicios del régimen de Hugo Chávez, representantes de los Ayuntamientos de Córdoba y de Sevilla suscribieron un comunicado final en el que se calificaba a Ceuta y Melilla de territorios ocupados que debían ser reintegrados a Marruecos.

Quizás el alcalde de Sevilla y el PSOE de Andalucía, así como la alcaldesa de Córdoba y su partido, debieran explicar a la opinión pública cuál es su verdadera postura al respecto, para que todos sepamos a qué atenernos.

Ceuta y Melilla tienen una alta proporción de población española de origen musulmán, que son ciudadanos de la Unión Europea y de un país que en la últimas cifras disponibles tiene una renta per cápita de en torno a 23.000-24.000 euros.

No creo probable que dejen de sentirse miembros de una comunidad que es tan suya como nuestra, y entre muchas otras, la prosperidad del país seguro que tiene su peso. Hemos visto recientemente cómo tomaba posesión de su escaño una diputada ataviada con el hiyab (el pañuelo islámico de cabeza), el consejero de Presidencia de Melilla es musulmán, y en las Ciudades Autónomas se ha dado una buena convivencia entre cristianos, agnósticos, musulmanes de origen beréber o árabe, judíos e hindúes. Estas polémicas artificial e irreflexivamente provocadas no deben ser alentadas desde el Gobierno, que acaba de debilitar, en otro tema más, la credibilidad y solidez de la Nación española.

diciembre 7, 2006 Posted by | Uncategorized | Deja un comentario

Blogs Melilleros

En la sección Local del periódico «Melilla Hoy» se denunciaba la situación de un cable tirado en la vía pública. En el artículo también se incluye la dirección del blog del denunciante, en el que podemos ver denuncias, fotos y demás comentarios acerca de lo que pasa en nuestra ciudad.

Incluyo por tanto una nueva sección en la que haré referencia a todos los blogs de gente de Melilla que encuentre en la blogosfera.

diciembre 7, 2006 Posted by | Uncategorized | 1 comentario

Historia de Melilla

melilla.jpg

La ciudad de Melilla se haya enclavada en el Norte de África, en la parte oriental del trapecio que forma la Península de las Tres Forcas.

Los restos arqueológicos encontrados en Melilla referentes a su prehistoria son escasos y arrojan pocas luces de los orígenes más remotos de la ciudad. La colonización de fenicios y cartagineses se remontan presumiblemente al primer milenio antes de Jesucristo y fue continuado por los romanos. De estos tiempos, el museo de la ciudad conserva bastantes vestigios encontrados en las necrópolis del desaparecido Cerro de San Lorenzo y del Parque Lobera.

En el siglo X los geógrafos e historiadores árabes la nombran por primera vez con el nombre de Malila, su transformación en el nombre actual de Melilla sigue siendo todavía un misterio. El geógrafo oriental Al-Mokadiski en el mismo siglo X fue el primero en llamarla Melilla.

En 926 fue ocupada por las fuerzas de Abderramán III, aunque el 17 de septiembre de 1.497 los Reyes Católicos se hicieron con el mando en la ciudad, poniendo punto y a parte en la historia discurrida hasta entonces.

Tras la posesión por parte de la Corona española, y tras siglos de penalidades y hostigamientos, entre los años 1.859 y 1.909 la ciudad vive el nacimiento de la nueva Melilla.

Melilla es declarada puerto franco en 1.864, comenzando a aumentar en esos años su población civil después de desaparecer el obstáculo legal que posibilitaba la libre residencia en la ciudad.

En estos años de prosperidad nace la Compañía del Norte Africano y vinculada a ésta, en 1.913 se crea la Compañía Hispano-Marroquí de Gas y Electricidad, S.A. (GASELEC), sobre las bases de unos talleres de fundición enclavados en el antigüo barrio de Triana, junto a la desaparecida Plaza de Toros y en el 2.000 pasa a denominarse Compañía Melillense de Gas y Electricidad.

Tras la independencia de Marruecos en 1.956, Melilla sufrió una importante crisis económica. En la actualidad Melilla cuenta con una población de unos 70.000 habitantes y una superficie de algo más de 12 Kilómetros cuadrados.

Información extraída de la siguiente página

diciembre 4, 2006 Posted by | Uncategorized | 2 comentarios

Bienvenidos a Melilla

Esta es la frase que todos podemos leer nada más bajar del avión o barco.

Hasta ahora las dos formas de llegar a mi ciudad. A través de este blog, que nace como resultado de una actividad de una asignatura llamada «Software Libre», intentaré que todos podamos transportarnos a esta ciudad sin salir de casa y que todo el que aquí entre, lea, postee…sepa de esta ciudad tanto o más que cualquier melillense.

Un saludo, Adolfo

diciembre 4, 2006 Posted by | Uncategorized | 2 comentarios